¿De quién es la tierra?

7 de octubre de 2023: El día más sangriento en la historia judía desde el Holocausto[1].

Infantes brutalmente asesinados[2]. Los ancianos arrastrados como rehenes[3]. A los jóvenes, reunidos para celebrar la paz, les dispararon mientras huían[4].

Y en universidades de todo Estados Unidos, los manifestantes pro-Palestina abogan por el fin de la "ocupación" de Israel, retratando la incursión de Hamás como una aventura justificada de autodefensa[5].

Una cosa es expresar compasión por los millones de palestinos que se están quedando sin comida, agua y electricidad mientras intentan evacuar Gaza. Una cosa es lamentar la pérdida de vidas civiles palestinas, víctimas de una guerra que nadie más que Hamás quería.

Otra cosa muy distinta es celebrar los atroces crímenes de guerra cometidos por Hamás contra civiles israelíes o pintar sus atrocidades como simples actos de guerra o de autodefensa.

Asesinar a un bebé no es un acto de defensa propia[6]. Tampoco es defensa propia tomar como rehén a una sobreviviente del Holocausto de 100 años y obligarla a posar, sosteniendo un arma y un signo de paz, junto a su captor[7].

Estos son actos de pura maldad. Maldad pura, incomprensible, injustificable.

Aquellos que se oponen a la existencia de Israel en Tierra Santa argumentan que ésta pertenece a los palestinos, caracterizando a Israel como una fuerza de ocupación similar a los colonialistas británicos en los países africanos o en la India.

Abordar a fondo este problema requeriría mucho más que una sola publicación del blog, pero aquí hay algunos puntos a considerar.

Bíblicamente: Dios escogió al pueblo judío y le dio la Tierra Prometida para siempre

Acordaos de su pacto para siempre,
de la palabra que ordenó a mil generaciones,
del pacto que hizo con Abraham,
y de su juramento a Isaac.
También lo confirmó a Jacob por estatuto,
a Israel como pacto eterno,
diciendo: A ti te daré la tierra de Canaán
como porción de vuestra heredad.

(1 Crónicas 16:15-18)

En Génesis 12:1-3, Dios le promete a Abram que convertirá a sus descendientes en una gran nación, instruyéndole a Abram que deje su país natal y viaje "a la tierra que yo te mostraré" (v. 1). Dios promete también bendecir a los que bendigan a Abram y a sus descendientes, y maldecir al que los maldigan. En Génesis 15, Dios especifica la tierra que ha escogido para Abram: " A tu descendencia he dado esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates" (15:18).

Si Romanos 11:29, "Porque los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables", no es suficiente para persuadirnos de que el Pacto de la Tierra Prometida sigue en pie, la profecía bíblica (por ejemplo, Jeremías 31) describe a Israel como todavía perteneciendo al pueblo judío hoy, bajo el Nuevo Pacto, y en los últimos tiempos.

El conflicto de la tierra existe porque hubo, y sigue habiendo, oposición a la decisión de Dios de regalar la Tierra Prometida al pueblo judío como herencia eterna. Esta oposición ha tomado muchas formas a lo largo de los siglos, incluida la oposición política, las invasiones militares y el antisemitismo puro.

Pero no debemos equivocarnos: la oposición a la decisión de Dios con respecto a Israel y la Tierra Prometida es un asunto espiritual. Satanás odia todo lo que Dios ama especialmente -incluyendo al pueblo judío y a la Iglesia.

Históricamente: Hamás hace muchas afirmaciones falsas sobre Israel

Se han hecho una variedad de afirmaciones para justificar la oposición a la existencia de Israel como nación en el Medio Oriente. Por un lado, Hamás afirma que los judíos sólo llegaron recientemente, en los últimos 100 años.

La verdad es que siempre ha habido una presencia judía en la Tierra Prometida. Es cierto que la población ha menguado y fluído a lo largo de una larga historia de invasión, exilio y opresión por parte de gobernantes extranjeros - romanos, cruzados cristianos, musulmanes, etc. - pero siempre ha habido algún nivel de ocupación judía[8].

Otra narrativa falsa es que el pueblo judío robó la tierra a sus legítimos dueños.

En realidad, gran parte de la tierra, desolada en ese momento y perteneciente a terratenientes ausentes que vivían en otras partes del mundo, fue comprada por judíos que deseaban asentarse en la tierra[9] - muchos de ellos campesinos judíos que huían de la brutal persecución en la Rusia Zarista.

Otra afirmación es que Israel instigó las guerras que han plagado perpetuamente esta región del Medio Oriente, provocando a sus vecinos circundantes.

La verdad es que, cuando Israel declaró su independencia el 14 de Mayo de 1948, múltiples naciones árabes circundantes, incluyendo Irak, Egipto y otras, expulsaron a sus ciudadanos judíos - creando cientos de miles de refugiados judíos[10] - y atacaron Israel.

Con todo, otra de las afirmaciones de Hamás es que el pueblo judío corrió a los árabes que estaban viviendo en Tierra Santa y forzó a los Palestinos hacia la Franja de Gaza.

En realidad, Israel ofreció la ciudadanía a todos los árabes que permanecieron en Tierra Santa; hoy, aproximadamente dos millones de israelíes son árabes[12]. Sin embargo, muchos residentes árabes huyeron a instancias de los invasores vecinos, que planeaban borrar a Israel del mapa.

Acerca de la Franja de Gaza, hasta el 2005, comunidades judías y árabes coexistían en esta porción de tierra. Israel cedió la Franja de Gaza a los Palestinos a cambio de paz[13]. Hoy, la Franja de Gaza, uno de los lugares más densamente poblados del mundo, es gobernado por Hamás, quien frecuentemente usa su propia gente como escudos humanos y peónes públicos.

La gente suele afirmar que Israel no quiere la paz. Sin embargo, Israel ha aceptado varios acuerdos de paz, llegando incluso a ceder tierras. El Estado Palestino ha rechazado reiteradamente estos avances[14]. Lamentablemente, bajo el liderazgo de Yasser Arafat, la Organización para la Liberación de Palestina eligió el camino del terrorismo armado para librar a la tierra judía de sus habitantes judíos. Incluso hoy en día, la Autoridad Palestina sucesora se niega a condenar el terrorismo y, en cambio, continúa con su política de "pagar por matar" de recompensar a las familias de los "mártires" por la causa[15].

Finalmente, muchos describen a Hamás como un grupo de resistencia, simplemente tratando de expulsar a sus opresores israelíes. Si las atrocidades del 7 de octubre no fueran suficientes, una lectura rápida de los estatutos de Hamás debería ser suficiente para desengañar a cualquiera que tenga esta impresión. Hamás está orgulloso de su meta de acabar con el Estado Judío, cuya mera existencia considera una afrenta[16].

Como una tierra que una vez fue conquistada por musulmanes, Hamás ve a Israel como perteneciente para siempre a los musulmanes. En las propias palabras de Hamás, “No hay solución al problema palestino excepto por la Yihad (guerra santa). Las iniciativas, propuestas y conferencias internacionales son una pérdida de tiempo, un ejercicio inútil”[17].

¿Qué Podemos Hacer?

Quizás no vaya a haber un momento cuando Israel no sea acosado por sus antagonistas -hasta que Jesús mismo regrese y establezca paz en la Tierra.

Mientras tanto:

Podemos “orar por la paz de Jerusalén: Sean prosperados los que te aman. Haya paz dentro de tus muros, y prosperidad en tus palacios” (Salmos 122:6,7).
Podemos buscar con amor y apoyo a nuestros amigos y vecinos judíos, sin dejar de comunicar el mensaje de esperanza que tenemos en el Mesías.
Podemos dar donaciones al staff de Life in Messiah ministrando en Israel (ver el link abajo).
Podemos orar para que muchos, israelíes y palestinos, se vuelvan a Dios en su sufrimiento y encuentren en Él el consuelo y la esperanza que necesitan.

Escrito por Levi, Director Ejecutivo

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