Poniendo "Feliz" otra vez en tu Año Nuevo

 
 

En un Brit milah (ceremonia de circuncisión) por el bebé de una familia de judíos mesiánicos, el mohel[1] astutamente observó: “Si Jesús realmente nació el 25 de Diciembre, ¡entonces en el Año Nuevo, primero de Enero, celebró Su brit milah y nombramiento!”.[2] Ahora, ese es un giro interesante en cuanto a lo que se trata al celebrar Año Nuevo.

La práctica del brit milah, literalmente “pacto de la circuncisión” fue dado por Dios a Abraham como una señal física de Sus incondicionales promesas del pacto a Abraham y a su descendencia (progenie), a través de Isaac y Jacob. La ceremonia del brit milah es tan importante que si debiera caer en Shabbat, se debe realizar de todas maneras. Aquellos que practican la gematría[3] en la comunidad judía ortodoxa apuntan a que el valor numérico de la palabra brit es 613, sugiriendo que su práctica acarrea con ella el peso de todos lo mandamientos combinados.

Poniendo a un lado la tradición, las Escrituras enseñan que cada vez que un niño judío es circuncidado en el octavo día es una señal de la fidelidad de Dios por Sus promesas.

Sólo depués de que un niño judío es marcado físicamente como uno del pueblo del Pacto de Dios recibe oficialmente su nombre. Esto explica por qué Lucas registra este inusual detalle: “Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, le pusieron por nombre Jesús, el nombre dado por el ángel antes de que Él fuera concebido en el seno materno” (Lucas 2:21).

Es fácil imaginar al mohel, tras completar la circuncisión, cantando su línea de la liturgia: “Nuestro Dios y Dios de nuestros padres, preserve a este niño para su padre y madre, y su nombre en Israel será Yeshúa ben Yosef (Jesús hijo de José)”. Aquí, más que en otro lugar de la Biblia, un nombre es más que una simple etiqueta. “Yeshúa” habla muchísimo de la naturaleza única y misión de este niño judío.

Estos detalles comúnmente pasados por alto resaltan la fidelidad de Dios en dos maneras. Primero, el brit milah mismo cumple el requerimiento esencial de que el Mesías podría venir sólo a través de la “simiente” física de Abraham. Y la fidelidad de Dios se despliega en el nombre designado por el ángel oficialmente otorgado en el octavo día – Yeshúa – que significa “El SEÑOR es salvación”. Es mucho más que un nombre; es una revelación sucinta e infinitamente profunda de todo lo que Dios logra a través de Su Hijo.

Hacemos bien en reflejar todas esas profundas conexiones, especialmente durante la temporada de Año Nuevo. Deseamos celebrar con amigos o familia, incluso cuando tememos la forzada fiesta de la noche. Marcamos exhuberantemente un fresco incio al compromenternos nosotros mismos a ser mejores el siguiente año, mientras suprimimos la naturaleza cíclica y repetitiva de nuestras fallas y dificultades de la vida. El “Feliz” de nuestras celebraciones de Año Nuevo tiene corta vida.

La buenas noticias son que podemos volver a poner el “Feliz” a nuestro Año Nuevo, no a la fuerza sino con nuestro enfoque. Que el comienzo del 2023 nos encuentre reflexionando sobre el brit milah del Mesías y regocijándonos en la fidelidad de Dios para Su pueblo Israel y las naciones de la tierra. Que esta ilustración de la fidelidad pasada de Dios nos impulse este año nuevo confiados en ver más de lo mismo.

Escrito por Dan, Presidente de la Mesa Directiva de Life in Messiah


  1. ¿Cómo puedes decider añadir “feliz” a tu 2023?

  2. ¿Te has puesto a pensar cómo es que Jesús vivió una vida muy judía – desde el nacimiento (brit milah) hasta la muerte?


  1. Un mohel es la persona que realiza la circuncisión judía ritual; en este caso no era un creyente en el Mesías.

  2. Esta no es una observación nueva. En los calendarios litúrgicos de las iglesias Ortodoxa Oriental, Católica Oriental, Católica Romana (pre- 1960), Luterana, y algunas Anglicanas, el primero de Enero se conoce como la Fiesta de la circuncisión.

  3. Gematría es el sistema rabínico de encontrar significados adicionales y conexiones entre las palabras hebreas al determinar un valor numérico equivalente a la palabra. El valor numérico de la palabra hebrea brit es 613, el mismo número de mandamientos en la Torá enumerados por los rabinos.

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