¿Cómo mostrar interés por el pueblo judío? (Parte 1 de 4)
En muchas ocasiones en casi cuatro décadas de ministerio, a Lori y a mí nos han preguntado: ¿Cómo podemos alcanzar al pueblo judío (usualmente dicho como “los judíos”) con el evangelio?
Recientemente –y la primera vez que recuerde- alguien preguntó: ¿Cómo puedo amar al pueblo judío? Y relacionado con esa pregunta: ¿Debemos amar a los judíos y gentiles por igual?
El amor es un maravilloso lente por el cual los cristianos deberían ver el tema de las relaciones entre judíos y gentiles. Y desde luego que queremos que nuestro pensamiento sea instruido por la Palabra de Dios.
Para empezar, no creo que las necesidades espirituales de los judíos sean más grandes que las de los gentiles. “¿Qué, pues? Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado. Como está escrito:
No hay justo, ni aun uno”… (Rom 3:9, 10)
“Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios” (Rom. 3:23). Toda la humanidad está bajo el juicio de Dios. Y la misma solución para el pecado que nos separa de un Dios Santo, está disponible igualmente para judíos y gentiles: el sacrificio expiatorio de Yeshua (Jesús).
“… Siendo justificados gratuitamente por su sangre, mediante la redención que es en Cristo Jesús” (Rom. 3:24)
Tampoco encuentro evidencia de que el Cielo se regocije más por un alma judía salvada que por una gentil. Ambas están hechas a la imagen de Dios. En Romanos 4 el apóstol Pablo enfatiza el hecho de que Abraham fue:
Justificado por fe (v.9)
Antes de ser circuncidado (v.10)
Para que pudiera ser el padre de la fe a todo aquel que cree (v.11, 12)
Así que, ¿por qué hacemos una diferencia si la circuncisión (la señal del pacto de Dios con la descendencia de Abraham a través de Jacob) no hace diferencia alguna para la salvación? (Gal. 5:6)
Escrito por Wes Taber
