¿Era Pablo realmente un convertido? (Parte 1)

 
 

El rabino Saulo recorrió el camino a Damasco con la energía de un hombre en una santa misión.

Llevaba una carta del Sumo Sacerdote autorizándolo para cazar y arrestar seguidores de “El Camino”: hombres y mujeres que, cual blasfemos, creían que Jesús de Nazaret era el Mesías judío prometido.

De pronto, Saulo fue cegado por un brillante resplandor de luz. Al caer al suelo, escuchó una voz diciendo: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”[1].

Este momento fue el catalizador de la transformacipon de Saulo a Pablo, “un siervo de(l) [Mesías] Jesús, llamado a ser apóstol[2]”. De acuerdo a la tradición cristiana, Hechos 9:1-19 retrata la conversión de Saulo del judaísmo a lo que se conoce como “cristianismo”.

Pero, ¿a qué nos referimos por conversión? ¿Es esta la mejor palabra para describir el cambio que ocurrió en Saulo? ¿Se convirtió al “Camino”, abandonando la Ley judaica? ¿O se unió a una nueva rama del judaísmo que aceptaba a Jesús de Nazaret como el Mesías prometido?

Veamos estos 3 diferentes puntos de vista. Se va a poner un poco técnico pero, por favor, permanece conmigo.

El Pablo luterano

El punto de vista tradicional es que Pablo abandonó el judaísmo para covertirse en un cristiano. En el mundo del estudio paulino, este punto de vista es llamado la lectura “Luterana” de Pablo o “el Pablo Luterano”[3]. De manera sencilla, la lectura Luterana ve a Pablo como dejando el judaísmo porque era legalista y basado en obras. En contraste, el cristianismo ofrecía salvación basada en la gracia a través de la fe en Jesús.

Este punto de vista brotó de los escritos de Agustín, quien enfatizaba el rechazo de Pablo del legalismo, desarrollado más por Martín Lutero (quien introdujo la doctrina de la “justificación por fe”), y que ha predominado en la teología protestante por siglos -hasta que estudiosos del Nuevo Testamento como E.P. Sanders comenzó a desafiarla en 1960.

La Nueva Perspectiva sobre Pablo

Sanders, James Dunn, N.T. Wright, y otros han desarrollado lo que se conoce como “la Nueva Perspectiva sobre Pablo”. Los adherentes a la Nueva Perspectiva (abreviado como NP) creen que Dios amorosamente ordenó la Ley Mosáica como un medio basado en la gracia para la expiación de Israel. Al observar la Torá, Israel demostraba su disposición a participar en el pacto relacional de Dios.

Los estudiosos del NP están en desacuerdo con la idea Luterana de que Pablo consideraba la observancia de la Toráh como una religión legalista. De acuerdo a la NP, con lo que realmente Pablo tuvo problemas fue con el separatismo judío: mantener prácticas como la circuncisión y los rituales de purificación como un deseo etnocéntrico de mantenerse apartados de los gentiles.

Pablo sabía que la muerte y resurrección de Jesús había abierto la salvación a los gentiles. El apóstol dejó el judaísmo porque reconocía que, mientras no había nada inherentemente malo con la Ley Mosáica, se volvió irrelevante por el surgimiento del cristianismo. Un aspecto que los adherentes al NP aceptan de la lectura Luterana es que la identidad de Pablo en el Mesías necesariamente reemplazó su identidad como hombre judío[4].

Pablo dentro del judaísmo

Una tercera aproximación se desarrolló a partir de la Nueva Perspectiva. Los proponentes de lo que se conoce como “Pablo dentro del judaísmo” dicen que la NP no fue lo suficientemente lejos. Tanto el Pablo Luterano y la Nueva Perspectiva se enfocan en interpretar a Pablo dentro del contexto de la iglesia del presente. En contraste, los adherentes a “Pablo dentro del judaísmo” quieren entender a Pablo dentro de su contexto del primer siglo.

¿Cuál era el contexto del cristianismo del primer siglo? Para empezar, los primeros discípulos del Camino no eran concientes de ser “cristianos”. Ellos eran hombres y mujeres judíos que se identificaban como tal; hombres y mujeres judíos que reconocían que su Mesías profetizado había llegado. Mientras el movimiento iba ganando tracción – y atención – fue visto como otra iteración del judaísmo, el cual de por sí ya se había dividido en varias facciones (los Saduceos[5], los Esenios[6], y otros). Pablo mismo era un respetado Fariseo[7].

Los adherentes de Pablo dentro del judaísmo argumentan que en sus cartas del Nuevo Testamento, Pablo no estaba luchando ni con que la observancia de la Torá fuera legalista, u obsoleta, ni con que si los judíos creyentes en Jesús deberían continuar siendo judíos. En su lugar, Pablo se enfocaba en si la Ley Mosáica debiera ser impuesta a los creyentes gentiles. ¿Era una parte necesaria de la fe en Jesús el adoptar las prácticas e identidad judías?

No hay duda de que en el camino a Damasco, Saulo tuvo un encuentro transformador con Jesús el Mesías. Que si subsecuentemente él arrivó a Damasco como un cristiano en sus primeros pasos por mudar su identidad judía, o como un hombre judío que creía en su Mesías, permanece como un punto en desacuerdo. Los adherentes al Pablo Luterano y a la Nueva Perspectiva están de acuerdo en el primero; Pablo dentro del judaísmo apoya el segundo.

En el blog de la siguiente semana, evaluaré estas perspectivas y trataré de responder a la pregunta: ¿era Pablo un verdadero convertido?

Escrito por Miriam, Asistente de Comunicaciones de Life in Messiah.


  1. ¿Con cuál punto de vista te identificas más? ¿O tienes otro punto de vista diferente?

  2. Considera leer la narración de Pablo de su experiencia en el “camino a Damasco” en preparación  para la siguiente semana.


  1. Hechos 9:4

  2. Romanos 1:1

  3. No hay espacio para una descripción detallada de la perspectiva del “Pablo Luterano”. Si estás interesado en aprender más, este libro por Stephen Westerholm provee una comprensión más amplia de la lectura Luterana de Pablo (y sus críticas).

  4. Para más sobre la Nueva Perspectiva sobre Pablo, este artículo sobre Ryan Lambert echa un vistazo sobre los distintivos de este acercamiento.

  5. Este artículo profundiza más sobre las sectas judías en el periodo del Segundo Templo.

  6. Citando a Britannica.com, “Los Saduceos eran la facción de los sumos sacerdotes, familias aristócratas, y comerciantes – los elementos más pudientes de la población. Ellos aparecieron bajo la influencia del Helenismo, tendientes a tener buenas relaciones con los gobernadores romanos de Palestina, y generalmente representadando la perspectiva conservadora dentro del judaísmo.

  7. Britannica.com describe a los Esenios como una secta que “se agrupaba en comunidades monásticas que, en general, excluían a las mujeres. La propiedad era mantenida como común y todos los detalles de la vida diaría eran regulados por los oficiales”.

  8. De acuerdo aBritannica.com, los Fariseos “emergieron como un partido de hombres láicos y escribas…” y su “insistencia en la fuerza vinculante de la tradición oral (la torá no escrita) permanece como un principio básico del pensamiento teológico judío”.

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