Shanna Tovah. Grandes preguntas

 
 

Las Festividades Judías Mayores equilibran gozo y sombría introspección. Celebramos un nuevo año deseándonos el uno al otro “L’shanah Tovah!”(“a un buen año) en Rosh Hashansah,  y tan sólo diez días después nos saludamos unos a otros con “Tzom kal”  (“fácil ayuno”) mientras ingresamos a Yom Kippur.

Es el momento perfecto para considerar por qué las respuestas a las grandes preguntas de la vida son tan difíciles de encontrar.

La naturaleza elusiva de esta búsqueda es ilustrada por una memoria de mi infancia. Unos migos de la familia, los Rosensteins, me estaban dando un “ride” de vuelta a mi vecindario. La coversación adulta que se llevaba a cabo en los asientos delanteros se dirigió hacia las correas de ventilador rotas, a lo que mi yo de cinco años dijo muy confiadamente, “mi papá tiene una correa de ventilador. Lo mantiene fresco todo el día”. A lo que la Sra. Rosenstein replicó con gracia, “Oh! Qué bueno Danny.”

Mis cuidadores ni me reprendieron ni corrigieron mi comprensión completamente equivocada. Pero tampoco creyeron en mi firme creencia de lo que una correa de ventilador es y hace. Hubiera sido ingenuo de su parte escuchar a un niño de cinco años que nunca había visto dentro del compartimiento del motor y que no tenía ninguna comprensión de las complejidades de la combustión interna del motor.

Y aún así, con esta clase de ingenuidad es como muchos se aproximan/acercan para responder las grandes preguntas de la vida.

Cuando se trata de responder: “¿Por qué estamos aquí? ¿Cuál es el significado de la vida? ¿Esto es todo lo que hay? ¿Qué pasa cuando morimos?”, somos como un lindo pero ignorante niño de cinco años. No importa lo perceptivos, sinceros o eruditos que seamos de grandes, no podemos hablar con conocimiento de cosas que no conocemos ni podemos hacerlo. ¿Por qué? Nos falta el equipo sensorial necesario para discernir esas realidades.

Nuestros cinco sentidos estan perfectamente sintonizados para entender lo que compone la vida – pero no para discernir por qué la vida importa. Nuestro Creador nos dio sentidos – vista, oído, gusto, olfato y tacto – que son perfectamente adecuados para administrar Su creación y para conocer y cuidar el mundo material. Pero son completamente inadecuados para discernir la esfera no material de la vida – que es donde todas las grandes preguntas se encuentran.

Vivir basados sólo en nuestro cinco sentidos de visión limitada es similar a que si los Rosensteins hubieran dejado que mi yo de cinco años moldeara su entendimiento de lo que son las cintas de ventilador…pero con resultados desastrosos. Nuestra incapacidad de discernir el significado gira el vórtice de la desesperanza que plaga nuestra cultura, especialmente entre los jóvenes. Estamos literalmente muriendo por significado. Lo bueno es que, como los Rosensteins, hay alguien que sabe/conoce mejor.

Aquel que creó la vida nos dice lo que no podemos descubrir por nuestra propia cuenta. El consejo de Dios ha sido nuestra protección desde el principio; Él vio la realidad inmaterial que nuestros cinco sentidos nunca estuvieron destinados a ver, y Él nos dijo el camino hacia la vida. Y ordenó el Señor Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás. (Génesis 2:16-17).

Dios aún nos está enseñando lo que necesitamos ver.

Estoy contento de reportar que ahora ya tengo un entendimiento bastante atinado de una cinta de ventilador y su función. Escapar de la ignorancia de mi yo de cinco años requirió dos cosas: la humildad para reconocer que yo no sabía de lo que estaba hablando, y la aportación de alguien que sí lo sabía.

Mientras nos acercamos a la temporada de los Días Más Santos, aceptemos humildemente nuestra limitaciones dadas por Dios. Recibamos con gozo a Aquel que ve lo que nosotros no podemos ver, que conoce lo que nosotros no podemos conocer, y que en su gracia lo revela a todo aquel que le busca. Ya sea que seamos judíos o gentiles, que el nuevo año que viene, 5783 en el calendario judío, nos encuentre buscando, viendo y compartiendo a Aquel que sabe por qué la vida importa. 

Confía en el Señor con todo tu corazón,
y no te apoyes en tu propio entendimiento.
Reconócele en todos tus caminos,
y Él enderezará tus sendas.
No seas sabio a tus propios ojos,
teme al Señor y apártate del mal.
Será medicina para tu cuerpo
y refrigerio para tus huesos.

(Proverbios 3:5-8)

Porque la ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad fueron hechas realidad por medio de Jesucristo. Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, Él le ha dado a conocer. (Juan 1:17-18)

Escrito por Dan, Presidente de la Mesa Directiva de Life in Messiah


  1. ¿Qué grandes preguntas tienes acerca de la vida?

  2. ¿Hay algún área en la que te gustaría que Dios llenara con Su conocimiento, tu ignorancia de un niño de cinco años?

  3. ¿Estás familiarizado con las Santas Festividades? Si no, aprende más aquí. Rosh Hashanah arranca las Festividades de Otoño en la tarde del 25 de Septiembre, 2022.


Previous
Previous

Reflexiona. Descansa. Levántate.

Next
Next

¿Alguna buena noticia en ese periódico?