Una Pasión Por Jerusalén

 
 

Mi alianza de boda es la única joya que uso a diario. Esta sencilla alianza de oro -sin adornos, inscripciones ni fecha-, permanece sujeta a mi mano las 24-7-365.

¿Por qué? La presencia constante del anillo señala mi compromiso al pacto único de por vida con mi esposa. Yom Yerushalayim nos recuerda que Dios porta un recordatorio similar de Su amor por Jerusalén y Su deseo de que florezca.

Para aquellos no familiarizados con Yom Yerushalaim (Día de Jerusalén), esta es una festividad israelí y un fiesta religiosa judía menor:

  • Es celebrado anualmente en el 28 de Iyar en el calendario judío (este año el 4-5 de Junio).

  • Marca la reunificación de Jerusalén durante la Guerra de los Seis Días de 1967.

  • El Plan de Partición original de las Naciones Unidas en 1948 para la tierra creó un Estado judío y un Estado árabe (bajo el control jordano) e hizo a Jerusalén una ciudad internacional. Luego de 10 años los residentes de Jerusalén votarían en un referendum para determinar de cuál país serían parte. Pero la Guerra de Independencia vio a los israelíes tomar el Oeste de Jerusalén y a los jordanos tomar el Este de Jerusalén, la Ciudad Vieja, y todo el Banco Oeste. Los jordanos forzaron a los judíos a salir del Banco Oeste y de Jerusalén, destruyendo la mitad de las 58 sinagogas de Jerusalén. El cementerio judío en el Monte de los Olivos fue profanado, y sus lápidas usadas para proyectos de construcción.

  • El 7 de junio de 1967, durante la Guerra de los Seis Días (luchada contra Egipto, Jordania y Siria), Israel capturó y reafirmó la soberanía nacional sobre Jerusalén Este y Banco Oeste. De pie en el Kotel (el Muro Occidental del Monte del Templo), el Ministro de Defensa israelí, Moshe Dyan, es citado diciendo:

    • Esta mañana, las Fuerzas de Defensa de Israel liberaron Jerusalén. Hemos unido a Jerusalén, la capital dividida de Israel. Hemos regresado al más santo de nuestros lugares santos, para nunca más separarnos de él. A nuestros vecinos árabes les extendemos, también en este momento –y con mayor énfasis en este momento– nuestra mano en paz. Y a nuestros conciudadanos cristianos y musulmanes, prometemos solemnemente plena libertad y derechos religiosos[1].

  • El 30 de julio de 1980, la Knesset aprobó la Ley de Jerusalén llamando a la ciudad reunificada capital de Israel, y en 1998 aprobó la Ley del Día de Jerusalén, convirtiendo el día en feriado nacional. El Gran Rabinato de Israel declaró el Día de Jerusalén como una festividad religiosa menor para agradecer a Dios por la victoria en la Guerra de los Seis Días y por responder a la oración de 2.000 años de antigüedad del “El año que viene en Jerusalén”.

  • Bajo la soberanía israelí, Jerusalén sigue siendo el hogar de judíos, musulmanes y cristianos que son libres de adorar según lo dicte su conciencia.

Por muy importante que sea Yom Yerushalayim hoy en día, su relevancia trasciende la geopolítica moderna: nos recuerda que Jerusalén es importante para Dios.

El compromiso amoroso de Dios con Jerusalén es tan intensamente íntimo que lo personifica. En Isaías, mientras Jerusalén se tambalea por la justa disciplina de Dios y teme su abandono definitivo, Dios le dirige tiernas palabras de consuelo y seguridad:

Pero Sión dijo: El Señor me ha abandonado, el Señor se ha olvidado de mí. ¿Puede una mujer olvidar a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Aunque ellas se olvidaran, yo no te olvidaré. He aquí, en las palmas de mis manos, te he grabado; tus muros están constantemente delante de mí (Isaías 49:14-16).

En circunstancias bastante duras, incluso el amor de una madre por su hijo puede verse limitado por su propia necesidad de supervivencia. ¡No es así Dios! Nada puede socavar su compromiso. Así como un anillo de bodas marca nuestro compromiso, así también Dios marcó Su mano como recordatorio de Su amor inagotable por Jerusalén.

¿Por qué esta exagerada expresión de compromiso? La ciudad de Jerusalén está en el centro del compromiso de Dios de restaurar a la humanidad lo que perdimos en el jardín. Una breve reseña de las Escrituras deja esto claro. Jerusalén es…

  • El centro del sacerdocio de Melquisedec y la adoración al Dios Altísimo (comparar Gén. 14:18; Sal. 72:6; Heb 7 y 8).

  • El lugar donde Dios proveyó un carnero para Abraham en lugar de Isaac (Gen. 22:2; 2 Cr. 3:1).

  • El lugar que Dios elegiría para establecer Su nombre y habitar entre Su pueblo (Deuteronomio 12:5, 11, 21, 14:23-24, 16:2, 6, 11, 26:2; 2 Cró. 7:12 y siguientes) .

  • El lugar del Templo de Dios, el estrado de Sus pies y Su habitación (2 Cr. 7).

  • El lugar en donde el Mesías fue llevado para Su circunsición e identificación como el Mesías prometido (Lucas 2:22-38).

  • El lugar donde ocurrió la necesaria muerte sacrificial, sepultura y resurrección de Yeshúa (Lucas 9:22, 24:7).

  • El lugar de donde Yeshúa ascendió al cielo y a donde regresará (Hechos 1:4-11; comparar con Zacarías 14:4).

  • El lugar en el que el Espíritu de Dios fue derramado y desde el cual el evangelio salió al mundo (Hechos 1:8, 2:1-4, 8:1, 11:19).

  • El lugar al que las naciones vendrán a adorar a Dios en el futuro (Isa. 2:1-4, Jer. 3:17, Eze. 14:16-19, y otros más).

  • El lugar desde donde el Mesías Jesús reinará sobre la tierra trayendo un tiempo de paz (Isaías 11:6, 65:25).

  • La morada definitiva del Mesías en los cielos y la tierra nuevos (Apocalipsis 21-22).

  • El lugar donde Dios se glorificará a sí mismo a través de su bendición suprema (Isaías 60:21).

Podemos decir con confianza que Jerusalén es importante para Dios porque está en el centro de Su plan para redimir al mundo. La paz que tanto anhelamos ahora sólo llegará mediante el regreso del Mesías y el establecimiento de Jerusalén como Su morada.

Que Yom Yerushalayim nos encuentre a nosotros, judíos y gentiles seguidores del Mesías, regocijándonos en Jerusalén. No simplemente porque está nuevamente en posesión de Israel, sino porque está en el corazón del misericordioso plan de Dios para la bendición de la humanidad.

Únase a la familia Vida en el Mesías como centinelas en el muro que, “…en todo el día y en toda la noche jamás callarán. Los que hacéis que el Señor recuerde, no os deis descanso, ni le concedáis descanso hasta que la restablezca, hasta que haga de Jerusalén una alabanza en la tierra.” (Isaías 62:6-7).

Adoptemos la pasión de Dios por Jerusalén, pidiéndole diariamente que santifique Su nombre mediante el establecimiento de Su reino y voluntad en la tierra (Mateo 6:9-10).

¡Al hacerlo, llegaremos a tener tal mentalidad de reino que seremos de bien terrenal!

Escrito por Dan, miembro de la Mesa Directiva de Life in Messiah


  1. ¿Quiere un repaso rápido de la historia de Jerusalén a lo largo de los milenios? Mira este video de cinco minutos: https://youtu.be/2mR2W43t6tI.

  2. Desde que David capturó Jebús y la convirtió en su capital (2 Samuel 5), el pueblo judío siempre habitó Jerusalén excepto cuando las potencias ocupantes se lo prohibieron. Véase Salmo 137:4-6 como un ejemplo del anhelo judío por la Ciudad Santa.

  3. Mientras Jerusalén vuelve a sufrir dolor debido a la guerra en curso, ¿te unirás a nosotros para orar por su paz? (Ver Salmo 122:6.)


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