Palabras antiguas con aplicaciones que no envejecen
Si hay algo que puede ser llamado un resumen de los mandamientos de la Torah, muchos dentro del judaísmo se referirían a aquello como “la regla de oro”.
Estas palabras son tomadas de la Torah en Levítico 19, que dice:
Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo, el Señor . (Levítico 19:18)
Muchos rabinos renombrados del pasado repiten estas palabras con mucha similitud y dan sus interpretaciones del significado del texto ; algunos de ellos, rabí Hillel [1], rabí Akiva [2] y otros más. Hillel el Anciano dice: “No hagas a otros lo que detestas que te hagan a ti; esto es toda la Torah y el resto es interpretación. ¡Ve a estudiar!” [3]
Las palabras y el significado de los versículos en esa sección de Levítico han tenido y tienen aún diferentes opiniones sobre el contexto inmediato del prójimo del que hablan, y sobre cómo entender el versículo y aplicarlo, dado que el tiempo ha pasado a través de los siglos.
Yeshúa habló de este versículo y de ese concepto cuando dijo las siguientes palabras registradas en las Buenas Nuevas de Marcos:
“Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza». El segundo es este: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». No hay otro mandamiento mayor que estos.” [4]
Una vez más sólo necesitamos leer los titulares y las noticias de todo el mundo y de nuestras ciudades para saber que si las personas verdaderamente personificaran la regla de oro, o pudieran hacerlo, mucha de la violencia, las guerras devastadoras, y el innecesario derramamiento de sangre podrían disminuir.
El pueblo judío nos ha dado mucho.
Realmente le debemos mucho al pueblo judío. Ha sido a través de ellos que el Dios Verdadero de Abraham, de Isaac y de Jacob ha sido hecho conocido al mundo a través del Tanakh (Escrituras hebreas) y los profetas. Y a través de las Edades, las contribuciones a nuestro mundo hechas por científicos judíos en la medicina, academia, filantropía y tecnología, han hecho un enorme impacto positivo al mundo; y lo siguen haciendo.
Tikkun Olam (la Reparación del mundo)
Dentro de la comunidad judía al día de hoy, incluso de judíos seculares, muchas veces se lucha por lo que se conoce como Tikkun Olam, que quiere decir: un deseo por enmendar o reparar el mundo. En muchos círculos se ha convertido en un grito de guerra por justicia social, sin embargo muchos rabinos lamentan la manera en que el tikkun olam se ha deformado en algo que el concepto original del término no era. [5] Ciertamente la idea de que el pueblo judío o quien sea puede reparar el mundo excluye la verdad de que sólo Dios puede reparar Su creación.
El autor Jim Melnick escribe respecto al tikkun olam: el elemento crucial perdido en la mayoría de los puntos de vista judíos del tikkun olam es una preocupación por las almas y la salvación eterna, mientras que ésta es la mismísima esencia del punto de vista del Nuevo Testamento sobre “hacer buenas obras”. El máximo propósito de éste último no es tan sólo alimentar a los pobres y vestir a los desnudos, sino compartir el amor de Dios con otros, de manera que algunos puedan venir a la fe salvadora del Mesías. [6]
El Mediador faltante
A ambos, al Tikkun Olam y a la regla de oro les falta “algo” o “alguien”.
Dios ciertamente reparará Su creación física y cumplirá Sus promesa a Su pueblo Israel, pero primero, Él envió a Uno a reparar nuestra alma y nuestra relación rota con Él. En las palabras de Yeshúa que leímos antes, nota que Él colocó “amarás a tu prójimo como a ti mismo” después del mandamiento de amar a Dios “con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”.
La clave entonces para la regla de oro es poder hacer lo primero. Allí reside nuestro problema. Estamos separados de Dios por nuestro pecado. [7]
¿Hay alguna solución? Tú puedes amar a otros como a ti mismo.
El profeta Isaías describe al Elegido de Dios como un Siervo Sufriente que provee expiación por los pecados que nos separan de Dios al dar Su vida.[8] Un ex fariseo, Pablo, quien se convirtiera en seguidor de Jesús, [9] escribe lo siguiente acerca de lo que la muerte sacrificial de Yeshúa ha hecho por aquellos que creen en Él:
Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en Él. [10]
Sí, el pueblo judío nos ha dado mucho, pero no hay mayor regalo que el que el Mesías judío puede dar a aquellos que creen en Él. Que el Dios de Abraham, Isaac y Jacob primero te repare a ti, para que puedas amar a otros como a ti mismo cuando te conviertas en una nueva creación. [11]
Con tanto sufrimiento que hay en nuestro mundo ¡que podamos obtener la ayuda y el confort que necesitamos de Dios, de manera que podamos ayudar adecuadamente a otros con esa misma necesidad!
Escrito por Jeff; staff de Life In Messiah.
¿Conoces al Mesías judío? Si no es así, investiga: https://www.insearchofshalom.com/all/themessiah/mysteries/messiah-is-father-of-eternity-yet-comes-from-bethlehem.
¿Cómo se vería poner el amor del Mesías primero y después tratar de cumplir la regla de oro?
¿Cuál prójimo tiene necesidad de tu amor hoy?
[1] https://www.myjewishlearning.com/article/hillel/
[2] https://www.jewishhistory.org/rabbi-akiva-2/
[3] https://steinsaltz.org/daf/shabbat31/
[4] Marcos 12:30, 31
[5] https://www.jns.org/the-fallacy-delusion-and-myth-of-tikkun-olam/.
[6] Pg. 158 Jewish Giftedness and World Redemption The calling of Israel-Jim Melnick Lederer Books. https://www.amazon.com/Jewish-Giftedness-World-Redemption-Melnick/dp/1936716887.
[7] Isaías 59:1, 2
[8] Isaías 52:13- 53:12 (53:9- 12)
[9] Hechos 9:1- 22
[10] 2 Corintios 5:21; 1 Juan 2:1, 2
[11] 2 Corintios 5:17- 20